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» EXIGIMOS DEJAR DE SUFRIR»
Hoy en Barcelona al igual que muchas otras ciudades, hemos salido a las calles, a reclamar soluciones para poder vivir en tranquilidad con nuestras familias.
Exigimos viviendas dignas y una vida digna, no queremos seguir sufriendo.
» A LAS PERSONA HAY QUE RESPETARLAS «
«A las personas hay que respetarlas, a las ideas no», está frase la leí en un Twitt no hace muchos días, al mismo tiempo que desde la PAH Vall del Tenes estábamos luchando para que no se desahuciaran a dos familias que habían ocupado dos viviendas abandonadas desde hace mas de cuatro años. La frase me vino que ni pintada por las faltas de respeto hacia estas personas.
El problema es que mientras criminalicemos al que por necesidad ocupa y defendamos e incluso protejamos al especulador, al gran tenedor y a aquellos que prefieren tener abandonadas las viviendas de su propiedad antes que cederlas en alquiler social, no podremos pensar en construir un país justo y social.
Ayer mantenía una conversación con un regidor de Servicios sociales de un ayuntamiento del Valles Oriental, y quede sorprendido cuando me dice que el problema de las ocupaciones son las mafias, a lo cual yo le pregunté: ¿ Cuáles ? Siendo su respuesta: «las que venden las cerraduras. Contestándole: yo pensaba que te referías a las mafias que negocian y especulan con la vivienda. Tras lo cual se quedo pensativo, y no me contesto.
La precariedad no puede elegir ninguna salida. No tenemos plan B, o se ocupa o se duerme en la calle. A veces pienso que nos tendríamos que ir a vivir a las plazas de nuestras ciudades y pueblos, porque al ocupar espacio publico, espacio de todos nosotros, no cometeremos el delito de usurpación de la propiedad, como cuando nos vemos en la oblitacion de okupar una de las casas de la mafia bancaria y especulativa. Aunque al final seguro que también encontrarían mil y una excusas para desalojarnos.
«PRECARIEDAD». Que palabra tan bonita utilizamos para obviar y/o enmascarar lo que es pobreza y muerte social de una persona o familia, pues cuando perdemos nuestras casas por no poderlas mantener y acabamos en la calle, es la muerte social y me atrevo a decir hasta la civil. ¿Pero nos hemos parado a pensar por qué algunos hemos llegado a esta situación? ¿Por qué somos más tontos que el resto? o ¿Por qué, supuestamente, hemos gastado por encima de nuestras posibilidades? Pues por algo tan sencillo como la falta de trabajo y esas salvajes políticas laborales que nos han llevado a muchos a caer en la precariedad y mal vivir con miseras pensiones y unos subsidios de pena. Pues que nadie olvide que no sólo se especulaba en este país con la vivienda, sino que también se ha especulado con el trabajo y los salarios de los trabajadores. Porque para el capital en cualquier sector puede haber un lucrativo negocio con el que especular -sea la vivienda, el montar o destrozar una empresa, la precarización laboral, o el hacerse con el control de servicios públicos y con productos y servicios de primera necesidad, como son nuestras pensiones-.
Recuerdo que una vez el Alcalde de Bigues i Riells del Fai, en un acto de vivienda, dijo una bonita y sobretodo inteligente frase que siempre que puedo se la recuerdo: «…Todos aquellos que hemos pagado nuestras hipotecas, que hemos sudado tanto y que hemos sacado tantas horas de estar con nuestras familias…», y terminó diciendo: «…ya esta bien de ocupaciones….». Yo digo: «ya esta bien de casas abandonadas y que son pasto de las ratas y de las miserias, nidos insalubres cerca de donde juegan nuestros hijos/as, ya esta bien de la cobardía de nuestros políticos que son capaces de multar a una familia, antes de multar a los bancos y fondos buitre que vuelan sobre nuestras cabezas».
Es lamentable ver como matrimonios con hijos siguen viéndose en la necesidad de mal vivir en las casa de los padres, en algunos casos hacinados en unos pocos metros cuadrados, con una precariedad inimaginable, y sin esa intimidad que cada familia necesita. Pero mientras esto ocurre no es raro que justo en el piso de enfrente o la casa de al lado están vacías y tapiadas por la mafia de los bancos y de los fondos buitres. Pregunto yo: ¿hasta cuándo vamos a ser tan dóciles y obedientes? Pues ante los hechos que estamos viviendo día a día puedo decir que sólo los fascistas no respetan la dignidad de las personas, ya que aún hoy «nadie esta a salvo de perder su casa y quedarse en la calle».
Vivir no es un delito
Vivir no es delito, lo que si es un delito es tener casas y pisos abandonados por simple especulación, es mas fácil criminalizar las ocupaciones que enfrentarse a la todopoderosa BANCA.
No hay plan B, o ocupan o a dormir en las calles, mientras sigamos consintiendo a la banca y sus fondos buitres actuar de esta manera estamos vendiendo el futuro de nuestros hijo y nietos.
«La Obra Social de la PAH denuncia que okupar vivienda vacía es la única salida para las familias en situación desesperada. Asegura que el 70% de los okupas tienen buena relación con sus vecinos. En los últimos años más de 4.000 personas han conseguido una vivienda gracias a las okupaciones impulsadas por la Obra Social de la PAH»
PAH VALL DEL TENES 